top of page

Peces venenosos

El adjetivo venenoso, muchas veces empleado de manera sensacionalista, con objetivo de presentar artículos o secuencias en las que lo importante es el nivel de peligro que ofrece el animal referido.

En este artículo no pretendemos presentaros un listado de especies, según su nivel de toxicidad, basado en su potencial peligro para el ser humano; tan solo os mostraremos algunas de las más de 1200 especies que existen actualmente, de peces venenosos, que muchas veces pasan inadvertidos, y que no pocas veces mantenemos en nuestros acuarios ornamentales.

Habitualmente las especies, que presentan propiedades tóxicas o venenosas, las utilizan únicamente para defenderse de depredadores, o para poder eludir cualquier situación de peligro, no olvidemos la típica picadura de la araña de mar, la cual se produce habitualmente al estar esta medio enterrada en la arena de las zonas próximas a las playas, y ser pisadas por los bañistas, en esta situación, el bañista se encuentra con la aleta dorsal del pez, erizada al prever este, una situación de peligro y que como resultado, se produce una malentendida agresión.

Esta misma situación, se repite en el 99% de los casos de “ATAQUES” de especies venenosas que siempre se producen como defensa y no como un ataque.

Existen como ya hemos dicho más de 1200 especies de peces venenosos, tanto en agua dulce como marinas, quizás las más conocidas son las marinas, por sus encuentros en las playas o zonas poco profundas de rocas, como la ya mencionada araña de mar, el pez Piedra (considerado el pez mas venenoso del mundo, cuyo veneno puede ocasionarnos serios problemas, incluso la muerte), y también la Escórpora, muy popular el las costas de la Península Ibérica.

Pero todas estas especies mencionadas hasta ahora, difícilmente las podemos encontrar en acuarios ornamentales, seguramente las especies venenosas hasta ahora más populares entre los aficionados a la acurariofilia marina, son las pertenecientes a la familia de los Escorpénidos, los famosos peces Escorpión, de los cuales y el más popular, el Pterois volitans, se encuentra en estos momentos, incorporado a las listas de especies potencialmente invasoras, por lo que su comercialización o tan solo tenencia, están totalmente prohibidas, aunque esto no presentará demasiado problema en el futuro, pues alguna especie similar ocupará su lugar en el mercado acuariofilo.

Estas sustancias toxicas o venenosas, en verdad presentan una cierta leyenda, en cuanto a su gravedad o peligro de muerte, a excepción del pez Piedra, por lo que los casos mas extremos incluso mortales de otras especies se debe mas bien a que el receptor de la picadura, presente una enfermedad grave de base, siendo varios factores a tener en cuenta, por ejemplo personas con antecedentes de alergias graves, o bien con afecciones cardio-vasculares.

Hace ya muchos años, y en un viaje que efectué a Indonesia, pude observar, como los pescadores de peces ornamentales, seleccionaban por tallas de los peces Escorpión una vez pescados, y todo el trabajo se efectuaba a mano, sin ningún tipo de protección, ni guantes ni nada similar, esto por supuesto me sorprendió sobre manera, comentándoles, que si eran conscientes de que especies se trataba y si no tenían miedo de pincharse, con las consiguientes consecuencias, a lo que uno de ellos, con una ligera sonrisa en los labios me contestó, “o si a veces duele un poco”, por lo que supuse que quizás habrían desarrollado algún tipo de inmunidad, al veneno, cosa que actualmente, he tenido que descartar, pues es sabido que un factor de riesgo es el haber recibido anteriormente ya alguna picadura, la verdad es que no existen noticias sobre muertes por estos menesteres, aunque no se si es porque no suceden o bien porque no se comentan.

Podemos encontrar varios sistemas de entrega de las sustancias tóxicas, aunque las más comunes son a través de los radios de sus aletas, básicamente la dorsal y las pectorales, o sea, a través de un pinchazo, también podemos encontrar especies que transmiten sus sustancias tóxicas o venenosas, mediante su mordedura, como por ejemplo las morenas, y también algunas especies de blénidos como los Meiacanthus ssp., aunque la mordedura de estos últimos, no debería presentar demasiados problemas, debido a su escaso tamaño, pero sí, nos proporcionará un intenso dolor incluso inflamación en la zona mordida.

Otro sistema de entrega, es a través de la secreción de la piel, como es el caso de los peces cofre, cuyo máximo exponente, lo encontramos en el pez Vaca Lactoria cornuta. Más de un aficionado, se habrá encontrado con la situación de incorporar al acuario un ejemplar de esta especie; y por la razón que sea el pez no consigue aclimatarse, muriendo posteriormente, si esto sucede por la noche, lo más probable, es que al día siguiente, la mayoría de peces del acuario, hayan muerto intoxicados.

 

CUADRO MARINO

 

Hasta ahora hemos prestado atención a las especies marinas, que son las más numerosas y posiblemente las más conocidas, como especies venenosas, al menos entre los aficionados a la acuariofilia. Pero también podemos encontrar unas cuantas familias de peces de agua dulce, con las mismas características, y que quizás han pasado algo más inadvertidas. Por un lado podemos encontrar bastantes especies de siluros que presentan espinas venenosas, como los muy conocidos Basureros, o Corydoras, de los que ya hemos hablado en números anteriores, aunque el pincharnos con una de sus aletas, solo nos puede producir un intenso dolor y alguna hinchazón.

Con algo más de peligro, podemos encontrar también entre los silúridos al Heteropneustes fossilis, una especie muy poco habitual

en los circuitos comerciales, al igual que las especies pertenecientes a la familia Cottidae, como el Allenbatrachus gruniens , especie muy parecida a las escórporas marinas, y cuyas sustancias tóxicas depositadas en sus aletas, pueden darnos más de un disgusto.

También y siguiendo hablando de agua dulce, podemos encontrar otra familia bastante problemática, en cuanto su toxicidad se refiere, son las rayas de agua dulce, familia Dasyatidae. Estas especies que están repartidas por toda sur América desde Venezuela hasta la desembocadura del Río de la Plata, a excepción de Chile, aunque la mayor concentración de especies la tenemos en la cuenca Amazónica, son las más temidas por los pescadores. Uno puede suponer que en estas latitudes, los animales acuáticos que más les preocupan son las famosas Pirañas o bien los Jakarés (cocodrilos), pero en verdad no es así; por sus hábitos, pues las rayas permanecen medio enterradas en los lodos cercanos a la orilla, a poca profundidad, pudiendo ser pisadas por cualquier descuidado, poniendo en marcha su sistema de defensa, un aguijón que se encuentra situado en la zona medio-posterior del pedúnculo caudal (cola), que estas especien utilizan a modo de látigo, y aunque este pinchazo no acostumbra a ser mortal, si puede acarrearnos consecuencias muy graves.

 

CUADRO AGUA DULCE

 

Todas estas especies, tanto marinas como de agua dulce, pueden mantenerse en el acuario, pues no existe ningún tipo de legislación, que regule su tenencia, pero siempre deberíamos tener en cuenta las consecuencias que nos pueden acarrear.

Aunque la posibilidad de sufrir una picadura por parte de alguna de estas especies es baja, siempre que se manipulen correctamente, deberíamos tener en cuenta algunos protocolos a seguir, lo que podíamos considerar primeros auxilios en caso de picadura.

En primer lugar mantener la zona afectada en situación elevada respecto al cuerpo, no tocar la herida con las manos, ni frotarla con objetos, lavar la herida con agua a poder ser caliente.

También se recomienda irrigar la zona afectada con vinagre, amoníaco rebajado o alcohol.

Y sobre todo dirigirse rápidamente, a un centro sanitario, en el que nos puedan atender, lo antes posible.

Texto y fotografías :  Ángel Canovas

0 ENTRADA.jpg
24.jpg
33.jpg
23.jpg
27.jpg
21.jpg
40.jpg
bottom of page